Publicado por Fundación I+E | 29 de julio de 2015
Una de las mayores certezas en el mundo de los negocios es que el cambio ya ha llegado, que estamos inmersos en un momento de grandes transformaciones que se llevarán por delante a quienes no sean capaces de adaptarse y que hará ricos a quienes tengan la capacidad de aportar nuevas ideas y nuevas visiones a los viejos procesos. Andrés Oppenheimer, columnista de Miami Herald, presentador en la CNN y uno de los 50 intelectuales latinoamericanos más prestigiosos, según la revista Foreign Policy, explora el nuevo contexto en Crear o morir (Ed. Debate), un libro en el que recorre la carrera profesional de famosos innovadores en un intento de encontrar pistas para desenvolvernos en el nuevo mundo. En el texto se habla, entre otros, del científico español Rafael Yuste, del chef peruano Gastón Acurio, del mexicano Jordi Muñoz, presidente de una empresa de drones a los 26 años, del hombre de moda en la educación, Salman Khan, o de Pep Guardiola.
PREGUNTA. ¿Por qué hay tan pocos innovadores exitosos fuera de Silicon Valley?
RESPUESTA. Los países hispanoamericanos no producimos ningún Bill Gateso Steve Jobs, y quería saber por qué. Fui a Silicon Valley, empecé a hablar con la gente y aquellos con quienes me encontraba me decían. “Estoy empezando una start up. En los últimos cuatro proyectos fracasé, pero en este me va a ir bien por estos motivos. Me llamó la atención, porque en Miami nadie te habla del fracaso. Y esa es una de las razones principales por las que no producimos un Gates, porque les crucificamos cuando fracasan. Jobs fracasó 20 veces, lo echaron de Apple a los 30 años y las revistas decían que estaba quemado. La etapa siguiente fue la más productiva de su vida. El éxito es el último eslabón de una larga cadena de fracasos. Necesitamos una cultura de tolerancia social con el el fracaso individual, porque si no aniquilamos la innovación.
P. Desde esa perspectiva, ¿qué hacemos con Grecia? Porque siguiendo esa teoría, a las personas que han fracasado en la gestión de Grecia se les debería dejar que siguieran al frente. ¿Les dejamos fracasar hasta que triunfen?
R. No sé si Grecia puede ser catalogada como un fracaso. Creo que es más una tragedia. Desde luego no lo pondría en la misma bolsa, y no tendría tanta tolerancia con Tsipras, porque su cadena de fracasos me puede llevar a la ruina a mí.
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